La cita fue en el Centro de Visitantes del Portillo las 4:30. De alli cruzamos la carretera y entramos en el Sendero 2 a Siete Cañadas por el que deberíamos discurrir un pequeño trecho. La tarde estaba despejada y la temperatura invitaba al ejercicio que íbamos a abordar.
Tras unos primeros metros cercanos a la carretera, atravesando una zona de panales de abejas, pudimos finalmente desnudarnos cerca de un panel informativo en el que se describía la zona.
El camino seguía discurriendo por una zona alta y despejada. Las vistas sobre el mar de nubes eran espectaculares.
Tomás nos ilustró como de costumbre sobre la flora del lugar y tuvimos la oportunidad de ver algún conejo que, como nosotros, iba desnudo. El camino ascendía suavemente aunque la altura dificultaba un poco la subida, sin embargo el ritmo fue bueno y en poco más de hora y media llegamos a la parte más alta del volcán que íbamos circundando.
Una vez en lo que era casi la cima, una parada para un breve refrigerio. Charla distendida y unas cuantas fotos.
Tras la breve parada se inicia el descenso que, ya claramente a la vista de la carretera, decidimos hacer vestidos. La pendiente es acusada y el suelo de gravilla obliga a prestar mucha atención y vigilar el equilibrio.
Una vez finalizado el camino tratamos de tomar una cerveza en alguno de los bares del parque pero lo avanzado de la hora, las 20:30, hace que estén todos cerrados. Solo queda despedirse e iniciar el regreso. De nuevo una tarde estupenda y una actividad en la mejor compañía. El anochecer de la cumbre además nos regala una despedida memorable.
Me gustaría formar parte del grupo naturaten, soy un hombre cubano residente en tenerife, suelo practicar el naturismo en casa y en costa cuando me es posible. Un saludo Orelvis.
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